No se dice nada nuevo cuando se sostiene que el derecho a acceder al conocimiento a través de la enseñanza debe ser equitativo y estar al alcance de todos, pero esto no es una frase propia de un discurso demagógico sino que representa el principio fundamental sobre el cual se debe construir la estructura educativa de un país que apunta al progreso y al desarrollo. Mediante la gratuidad de enseñanza se fomenta la igualdad de oportunidades y se obliga a los empleadores a evaluar a sus potenciales empleados únicamente por la idoneidad de los mismos. Si bien hay quienes consideran que la educación gratuita no es sostenible, lo cierto es que nunca se apostó fuerte y seriamente a un proyecto que permita hacerles creer a aquellos chicos que llegan a la escuela el primer día de clases, que haciéndolo de igual manera durante los próximos veinte años de su vida van a lograr cumplir todas las metas que se propongan. Sin embargo, si bien es un buen lugar para empezar, no es allí donde debe terminar.
Escuela nº 129 Muchas veces es el entorno familiar quien priva a los chicos de continuar aprendiendo. Es allí donde también debe instalarse la creencia hacia un sistema educativo confiable, que permita el progreso social, humano y económico sostenido por un sistema de suicidios que proporcione todo lo necesario para aquellos que no puedan acceder a los útiles escolares,así como tampoco cuenten con el dinero que les permita cubrir los servicios de transporte, alimentación, vivienda y todo aquello que hace a las necesidades básicas de un estudiante en edad precoz.
Si bien la educación gratuita, tanto primaria como secundaria se ve en muchos casos seriamente afectada en todos sus ámbitos por los problemas políticos que la rodean, la educación universitaria, más allá de que siga manteniendo un nivel de excelencia en lo que es el profesorado y el contenido bibliográfico, también sufre las consecuencias de una estructura educativa empobrecida, y se ve en muchos casos reflejada en la lucha de sus estudiantes. En ocasiones se cae en la simpleza de pensar que el presupuesto destinado a la educación es demasiado estrecho en relación a su importancia, si pensamos seriamente, solo el presupuesto destinado a la salud podría tolerarse por sobre la porción destinada al cultivo del saber. En Argentina, para el presupuesto 2013 el gobierno se propone invertir 290.000 pesos diarios para mejorar la calidad educativa, mientras que la cifra destinada a los partidos de fútbol por televisión es de 3,24 millones de pesos por día.
Sin embargo, muchos sostienen que esta probado que ese mismo presupuesto podría ser suficiente si se focaliza en aquello que realmente importa, como el buen pago a los docentes y el mantenimiento correspondiente a la infraestructura. El problema fundamental no radica en una falta de presupuesto sino en la capacidad de manejarlo. Hace tiempo que en Oriente, un pueblo mucho más numeroso que el nuestro, viene apostando al desarrollo educativo en el campo de la tecnología y la electrónica. Me refiero a Japón, que se situó entre los países más desarrollados del mundo. Con ésto intento demostrar que un contexto de "masividad" no es un impedimento para el desarrollo de un proyecto educativo de calidad.
Está claro que el dinero con el que se mantiene la Universidad de Buenos Aires proviene de todos y cada uno de los habitantes sin distinción de ningún tipo, por lo tanto, todos y cada uno de los habitantes deben tener la posibilidad de acceder a la educación universitaria. En el pasado, mas precisamente en los años 90, hemos probado con soluciones tecnocraticas rapidas que, confiadas ciegamente en las disposiciones del consenso de washington, hizo a muchos pensar que la Argentina era "el primer tercer mundo", así vino la crisis del 2001 y el concecuente empobrecimiento de la clase media.
Es hora de tomar conciencia y entender que lo que realmente puede sacar a un país del subdesarrollo, hacerlo crecer culturalmente y acabar con la miseria es edificar un proyecto sobre una base que respete, ante todo, tanto la educacion como la salud y la justicia del pueblo. Para eso se necesita dejar de pensar a la política como una forma de conseguir beneficios y entenderla como la oportunidad de brindar un servicio. Hoy en día podemos establecer dos conclusiones, la primera la podemos comprender con solo mirar el presupuesto 2013: Solo 16 Mmillones de pesos se destinan a educación y cultura. Es un gran numero si lo comparamos con los 1,4 Mmillones de agricultura o 2 Mmillones destinados a viviendas, pero queda sumamente corto en relación a los 20 Mmillones destinados a subsidiar el transporte y es casi equivalente a los 15 Mmillones que se destinan a la deuda publica y a los 11 Mmillones que se destinan para la transmisión gratuita del futbol. Esto demuestra que el gobierno no cree que la inversión en educación sea la salida a los problemas culturales y de indigencia que posee el país; al menos no la ubican en un lugar de privilegio absoluto. Mientras que utilizan la educación como tema recurrente a la hora de hacer campañas políticas-electorales (al igual que son utilizadas las cuestiones referentes a la salud publica) el estado de los hospitales y la crisis edilicia que afecta a todo el sistema educativo habla por si solo. Mas allá de la visión negativa o positiva que se tenga del presupuesto nacional para el 2013, el problema principal es que al no poseer un sistema de estadísticas confiable que le permitiría a los funcionarios públicos tomar decisiones más concretas acerca de las cuestiones relacionadas a salud, seguridad, indigencia y pobreza, torna inviable cualquier proyecto que se monte sobre esas bases en la que se entiende la realidad y vuelve todo cuestionable.
La segunda conclusión que podemos obtener de este analisis es que, si bien se cree en el poder de una eficiente estructura educativa, los grandes capitalistas contratistas con el estado que forman parte del grueso de nuestra economía necesitan de una sociedad con diferencias bien marcadas entre ricos y pobres para seguir lucrando al igual que lo hacían décadas pasadas y una sociedad mas inculta facilita la permeabilidad de su accionar.
Escuela nº 129 Muchas veces es el entorno familiar quien priva a los chicos de continuar aprendiendo. Es allí donde también debe instalarse la creencia hacia un sistema educativo confiable, que permita el progreso social, humano y económico sostenido por un sistema de suicidios que proporcione todo lo necesario para aquellos que no puedan acceder a los útiles escolares,así como tampoco cuenten con el dinero que les permita cubrir los servicios de transporte, alimentación, vivienda y todo aquello que hace a las necesidades básicas de un estudiante en edad precoz.
Si bien la educación gratuita, tanto primaria como secundaria se ve en muchos casos seriamente afectada en todos sus ámbitos por los problemas políticos que la rodean, la educación universitaria, más allá de que siga manteniendo un nivel de excelencia en lo que es el profesorado y el contenido bibliográfico, también sufre las consecuencias de una estructura educativa empobrecida, y se ve en muchos casos reflejada en la lucha de sus estudiantes. En ocasiones se cae en la simpleza de pensar que el presupuesto destinado a la educación es demasiado estrecho en relación a su importancia, si pensamos seriamente, solo el presupuesto destinado a la salud podría tolerarse por sobre la porción destinada al cultivo del saber. En Argentina, para el presupuesto 2013 el gobierno se propone invertir 290.000 pesos diarios para mejorar la calidad educativa, mientras que la cifra destinada a los partidos de fútbol por televisión es de 3,24 millones de pesos por día.
Sin embargo, muchos sostienen que esta probado que ese mismo presupuesto podría ser suficiente si se focaliza en aquello que realmente importa, como el buen pago a los docentes y el mantenimiento correspondiente a la infraestructura. El problema fundamental no radica en una falta de presupuesto sino en la capacidad de manejarlo. Hace tiempo que en Oriente, un pueblo mucho más numeroso que el nuestro, viene apostando al desarrollo educativo en el campo de la tecnología y la electrónica. Me refiero a Japón, que se situó entre los países más desarrollados del mundo. Con ésto intento demostrar que un contexto de "masividad" no es un impedimento para el desarrollo de un proyecto educativo de calidad.
Está claro que el dinero con el que se mantiene la Universidad de Buenos Aires proviene de todos y cada uno de los habitantes sin distinción de ningún tipo, por lo tanto, todos y cada uno de los habitantes deben tener la posibilidad de acceder a la educación universitaria. En el pasado, mas precisamente en los años 90, hemos probado con soluciones tecnocraticas rapidas que, confiadas ciegamente en las disposiciones del consenso de washington, hizo a muchos pensar que la Argentina era "el primer tercer mundo", así vino la crisis del 2001 y el concecuente empobrecimiento de la clase media.
Es hora de tomar conciencia y entender que lo que realmente puede sacar a un país del subdesarrollo, hacerlo crecer culturalmente y acabar con la miseria es edificar un proyecto sobre una base que respete, ante todo, tanto la educacion como la salud y la justicia del pueblo. Para eso se necesita dejar de pensar a la política como una forma de conseguir beneficios y entenderla como la oportunidad de brindar un servicio. Hoy en día podemos establecer dos conclusiones, la primera la podemos comprender con solo mirar el presupuesto 2013: Solo 16 Mmillones de pesos se destinan a educación y cultura. Es un gran numero si lo comparamos con los 1,4 Mmillones de agricultura o 2 Mmillones destinados a viviendas, pero queda sumamente corto en relación a los 20 Mmillones destinados a subsidiar el transporte y es casi equivalente a los 15 Mmillones que se destinan a la deuda publica y a los 11 Mmillones que se destinan para la transmisión gratuita del futbol. Esto demuestra que el gobierno no cree que la inversión en educación sea la salida a los problemas culturales y de indigencia que posee el país; al menos no la ubican en un lugar de privilegio absoluto. Mientras que utilizan la educación como tema recurrente a la hora de hacer campañas políticas-electorales (al igual que son utilizadas las cuestiones referentes a la salud publica) el estado de los hospitales y la crisis edilicia que afecta a todo el sistema educativo habla por si solo. Mas allá de la visión negativa o positiva que se tenga del presupuesto nacional para el 2013, el problema principal es que al no poseer un sistema de estadísticas confiable que le permitiría a los funcionarios públicos tomar decisiones más concretas acerca de las cuestiones relacionadas a salud, seguridad, indigencia y pobreza, torna inviable cualquier proyecto que se monte sobre esas bases en la que se entiende la realidad y vuelve todo cuestionable.
La segunda conclusión que podemos obtener de este analisis es que, si bien se cree en el poder de una eficiente estructura educativa, los grandes capitalistas contratistas con el estado que forman parte del grueso de nuestra economía necesitan de una sociedad con diferencias bien marcadas entre ricos y pobres para seguir lucrando al igual que lo hacían décadas pasadas y una sociedad mas inculta facilita la permeabilidad de su accionar.
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